sábado, 6 de noviembre de 2010

corre

Hoy tus problemas te superan, no puedes más, si a tu madre se le ocurre pedirte que ordenes tu cuarto le piensas pegar un grito que se oiga hasta en china, pero no deberías, no estaría bien hacer eso, ella no se lo merece, al igual que no se lo merece tu padre o tu hermana, no son culpables de tus problemas, de tu único problema, no son culpables de lo que te hizo él. Porque ellos son tu verdadera vida, ellos son los que te animan a seguir cuando das todo por perdido, son los que intentan guiarte para que tengas una buena vida, son las personas que te dan vida día a día y sin los cuales no estarías hoy aquí leyendo esto. Nunca me había sentido tan decepcionada, jodida, frustrada, enfadada, dolida, agobiada, deprimida, emparanoyada, estresada. Necesito respirar, salir fuera y desconectar de todo esto. Quizás lo mejor que podría hacer sería salir de casa, sin la compañía de nadie y de nada, yo sola con mi pensamiento, y correr, correr muy lejos, y mientras corro pensar en lo ultimo que me ha sucedido, pensar en todos y cada uno de los errores que he cometido, en cada una de las personas que me han decepcionado, y seguir corriendo, llegara un momento en el que ni yo misma me de cuenta de lo que estoy corriendo, y no notaré ni si quiera el cansancio, mucha gente pensará, “mirad como corre esa chica, quiere estar en forma”, pero ellos no saben que corriendo hago todo menos correr, que corriendo analizo mi vida y me deshago de todo el estrés acumulado. Que corriendo hago un monologo entre cabeza y conciencia y al llegar a casa me siento como si me hubiera quitado un peso de encima, y no debido a la cantidad de kilos que haya perdido corriendo, si no que me siento liberada, y por fin esa noche, pueda dormir de un tirón pensando que esta vez por fin, me siento a gusto conmigo misma.

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