sábado, 19 de febrero de 2011

no pienses, actúa.

Llora, llora todo lo que tengas que llorar. Descarga toda la rabia y la adrenalina que llevas reprimida tanto tiempo. Grita, grita si lo necesitas, coge un almohadón y grita apretando con todas tus fuerzas. Ríe, ríe hasta que te duela la mandibula y tengas agujetas en la tripa. Inventate historias y planifica tu futuro si eso te va a hacer sentir mejor. Come chocolate, no pienses en el enorme culo que se te va a poner, come chocolate y se feliz durante esas milesimas de segundo. Entra en tu habitación, abre el armario, y comienza a probarte modelitos para un sábado noche. Ponte tus tacones mas altos, y camina por el pasillo, pisando bien fuerte. Simplemente tumbate en el sofá, enciende el portátil y chatea en el tuenti por unos minutos, que al final se convertiran en horas. Mira la televisión, enganchate a una serie con la que te puedas sentir identificada, y sueña que lo que ocurre en la serie, te pase después a ti. Haz lo que te venga en gana, canta, baila, salta, o intenta volar, no dudes por el miedo a estrellarte. Pero sobretodo haz lo que te dicte tu corazon, lo que tus impulsos te inciten a hacer, deja por un momento a un lado lo que diga tu conciencia. Y quizás, por ese pequeño instante, consigas ser feliz.

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