lunes, 11 de marzo de 2013



Creo que nunca he tenido claro cual era mi futuro. Nunca me ha gustado eso de programar cada salida que hago o cada paso que doy. Nunca he tenido una vocación definida aunque presentara cierta negación a cualquier profesión relacionada con las matemáticas. En materia amorosa nunca he sabido realmente lo que quería, salvo una vez. Siempre he sido de ese tipo de persona carente de decisión y actitud positiva. Nunca he conseguido llegar a confiar plenamente en una persona porque la vida me ha enseñado que es mejor no hacerlo. Nunca he tenido ese sueño, esa meta inalcanzable por la que luchar día tras día, pues considero, y seguro que hago mal, que los sueños sueños son. Nunca fui de esas personas que de niña sueñan con una casa al lado del lago y una parejita de niños rubios con ojos azules. Pero el tiempo pasa inexorablemente y nos hacemos mayores y llega un momento en el que la toma de decisiones se hace indispensable, y aquí me tenéis, en un tira y afloja entre cabeza y corazón.

miércoles, 27 de febrero de 2013

¿Quién conoce el límite entre lo bueno y lo malo? ¿Entre lo lógico y lo pasional? ¿Entre la cordura y la locura? ¿Realmente alguien sabe donde está el límite? La vida pasa, los momentos llegan y a la hora de tomar decisiones... ¿quién sabe por qué lado posicionarse? Lo acertado, siempre, dirán que es aquello que te evite el dolor a largo plazo, aquello que te asegure la felicidad por más tiempo, aquello que te haga tomar las riendas de tu vida sin perder totalmente el control de la situación. Pero a la hora de la verdad, ¿quién es capaz de actuar con la cabeza y no con el corazón? Ha de ser una persona muy fría y vacía por dentro para actuar solo de manera racional. Lo que está bien, lo que está mal... ¿acaso no existen los puntos medios? Una vida, cualquiera, está repleta de decisiones; buenas, malas, regulares, pésimas, increíbles, decisiones que pueden cambiar tu vida en cuestión de segundos, de milésimas de segundo. Pero, ¿y si no las tomaras? Aun con el riesgo de equivocarte, si no las tomaras, ¿estarías viviendo tu vida al cien por cien? Asume el riesgo, no temas equivocarte, y decide, no lo pienses demasiado, cierra los ojos, coge impulso y suelta lo que llevas dentro. Pues, ¿de qué sirve una vida regida por lo políticamente correcto? Tú tienes el poder, tú tienes el mando, lánzate.

viernes, 25 de enero de 2013

Dicen que lo que fácil llega, fácil se va. Cuando la vida pone frente a ti algo inesperado a menudo no sabemos como reaccionar. Puede ser que en ese momento demos con la clave de que hacer y consigamos tomar las riendas de la situación, sin embargo, en la mayoría de los casos nunca sabemos cuáles son esas riendas que tenemos que agarrar, y así nos encontramos en una bifurcación de caminos con direcciones totalmente distintas. Lo peor de este segundo caso es cuando crees haber cogido las riendas y de repente se escapan de tus manos, y entonces, sabes que la has jodido. Trataras de correr detras de ellas para agarrarlas de nuevo, trataras de remendar los errores uno a uno consiguiendo sólo alejarte más de la meta, trataras de retroceder y recuperar el tiempo todo en el mismo momento y de repente pum todo explotara en tus narices y te encontrarás sola, en medio de un camino lleno de gente y sin saber que dirección seguir.