viernes, 25 de enero de 2013

Dicen que lo que fácil llega, fácil se va. Cuando la vida pone frente a ti algo inesperado a menudo no sabemos como reaccionar. Puede ser que en ese momento demos con la clave de que hacer y consigamos tomar las riendas de la situación, sin embargo, en la mayoría de los casos nunca sabemos cuáles son esas riendas que tenemos que agarrar, y así nos encontramos en una bifurcación de caminos con direcciones totalmente distintas. Lo peor de este segundo caso es cuando crees haber cogido las riendas y de repente se escapan de tus manos, y entonces, sabes que la has jodido. Trataras de correr detras de ellas para agarrarlas de nuevo, trataras de remendar los errores uno a uno consiguiendo sólo alejarte más de la meta, trataras de retroceder y recuperar el tiempo todo en el mismo momento y de repente pum todo explotara en tus narices y te encontrarás sola, en medio de un camino lleno de gente y sin saber que dirección seguir.

jueves, 3 de enero de 2013

.

Esa sensación de sentirte sin un suelo firme bajo tus pies. Esa sensación de notar como todo lo que está a tu alrededor desaparece gradualmente. La vida es traicionera, juega contigo y mueve tus hilos como una marioneta en el más valorado de los teatros. Cuando la vida decide jugar contigo no sabes sobreponerte, deseas hacer oídos sordos a todo lo que dice tu cabeza sobre lo que vales y lo poco que te merece ya que tu corazón dicta justamente lo contrario. Una especie de fuego interno baja desde tu garganta, recorriendo todo tu cuerpo hasta desembocar en un tremendo escalofrío que te desmorona de arriba a abajo, y entonces, justo entonces, piensas que no hay salida, que todo ha terminado. ¿Pero sabes? Por muy tópica que sea esta historia de lo ánimos, de depositar la confianza en alguien totalmente desconocido, de llorar momento tras momento y pensar que los consejos no sirven para nada, si que lo hacen. Escucha tu voz interior y escucha la mía exterior. Tú sabes quien eres. Ánimo B.