Esto es algo, que a estas alturas de la vida, todo el mundo debería conocer. Pero como se que todavía existen por ahí ciertos ignorantes, lo diré de nuevo. No puedo hablar ni de la anterior, ni de la posterior vida, ya que no las conozco, pero en esta vida todas, o por no ponerme tan dramática, prácticamente todas las personas que conozcas te lastimarán. Cierto es, que habrá dos grupos de personas, las que lo harán sin querer y las que lo harán con toda la intención. Cuando esto ocurra se producirá en ti un cambio de conducta, y seguramente lo único que hagas sea sentarte en la cama y escuchar canciones deprimentes, comerás un sinfín de helado mientras ves esas películas en las que la chica lista se enamora del guapo de clase, y al final, por una puta casualidad terminan juntos, o aquella mujer anciana que pierde la memoria poco a poco y su marido prefiere perder la vida al lado de su amada, en la cama del hospital. Y será entonces cuando llegara el momento de reflexionar. Pero por mucho que reflexiones, te hundirás cada vez que esa persona te rechace, te dirán cosas que te marcarán de por vida, perderás gente importante solo por culpa tuya, y terminaras dos de cada cuatro sábados al mes tirada en el sofá viendo todo un maratón de películas de amor porque esa noche “aquel” no te aviso. No se si sabéis de lo que hablo, de esas cosas que por mucho que visites al adivino de las fiestas de tu pueblo y te diga como será tu futuro, e intentes cambiarlas, no podrás porque son de esas cosas inevitables de la vida. Pero bueno, no tienes de que preocuparte, ahora ya sabes que tarde o temprano todo el mundo terminara haciéndote daño, por lo que lo único que te queda por hacer es saber por quien merece la pena sufrir.
